sábado, 22 de septiembre de 2007

Una muerte indigna en manos de un indignante

El ser humano es el único que puede excederce, abusar y denigrar tanto a otro ser, que pareciera que su único castigo es perder su propia condición, así como pisotea la ajena. De la misma manera, resultado de nuestra inestabilidad entre la razón, la intuición y el espíritu, es sólo él mismo quien puede remediar su atroz conducta.
A continuación, el exceso de poder, transfigurado en la poseción de dos brazos, algo de inteligencia, un cuchillo, y sensibilidad nula. Seguido a ello, tu reflexión. Este juego de terror se resuelve, únicamente, convirtiendo el sentir en acción.

Video no apto para personas de alta sensibilidad

No hay comentarios:

Gracias por ser el visitante